La nueva normativa laboral que se avecina en España puede transformar significativamente la organización del trabajo en las empresas. Con la aprobación del anteproyecto de ley para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales y el refuerzo del derecho a la desconexión digital, los empleadores deben prepararse para cumplir con nuevas obligaciones legales que promueven un mayor equilibrio entre vida personal y laboral.

Reducción de jornada laboral: ¿cómo afectará a las empresas?

El anteproyecto de ley aprobado el 4 de febrero de 2025 contempla una jornada laboral máxima de 37 horas y media sin reducción salarial. Esto supone que:

• No se podrá reducir el salario de los trabajadores, aunque trabajen menos horas.
• Si el contrato contempla menos de 37,5 horas, pero más de 40, el salario deberá ajustarse proporcionalmente.
• Esta medida no será de aplicación inmediata: aún debe pasar por el Congreso y el Senado, por lo que su aprobación definitiva podría prolongarse durante todo 2025​.

Cambios en el registro horario: más control y trazabilidad

Con la reforma, también se modificarán los sistemas de registro de jornada laboral:

• Sólo el trabajador podrá introducir sus datos de registro, garantizando así su autenticidad y trazabilidad.
• El registro deberá hacerse de manera digital.
• La representación legal de los trabajadores y la Inspección de Trabajo deberán tener acceso online y en tiempo real al sistema.
• Las empresas deberán garantizar la interoperabilidad del sistema con la administración pública, un aspecto técnico clave para el cumplimiento normativo​.

Desconexión digital: un derecho irrenunciable

Aunque ya recogido en el artículo 20 bis del Estatuto de los Trabajadores, este derecho se refuerza en la nueva normativa, estableciendo que:

• Es un derecho irrenunciable del trabajador: no puede ser anulado ni limitado.
• Las empresas tienen prohibido enviar comunicaciones laborales fuera del horario de trabajo, ya sea por email, llamadas o mensajería instantánea.
• El trabajador puede no atender estas comunicaciones sin sufrir consecuencias ni represalias por parte de la empresa​.

¿Qué deben hacer las empresas?

Para adaptarse a estos cambios, es fundamental que las empresas:

• Evalúen y ajusten sus sistemas de control horario.
• Redefinan sus políticas internas de comunicación digital.
• Implementen un protocolo de desconexión digital efectivo, especialmente si no disponen ya de uno.
• Recalculen costes laborales con la futura jornada reducida sin afectar los salarios​.

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